ALTA VIBRACIÓN

En uno de los seminarios de desarrollo personal al que asistí se propuso el ejercicio de la cuchara. La directriz inicial era clara: había que intentar doblarla, algo que casi ningún asistente consiguió. Tras la fallida intentona, el instructor comenzó a hablar en términos cada vez más graciosos, grotescos y, poco a poco, fue elevando la intensidad hasta llegar a un punto en el que ninguno de los asistentes pudimos evitar desternillarnos de la risa. En el momento de máxima alegría e intensidad el instructor gritó :”¡Ahora!”. Entonces, como de forma milagrosa, pude doblar la cuchara sin el mínimo esfuerzo. Fue una experiencia vital reveladora que experimenté en mi propio ser. En aquel momento se evidenció ante mí que cualquier barrera o dificultad desaparece cuando conseguimos lo que se denomina “elevar el estado”, hecho que nos transforma automáticamente en seres de “alta vibración”, de manera que la materia, simplemente, sucede a nuestra intención. Tomar conciencia de lo importante que es mantener óptimo nuestro estado anímico es indispensable para llevar adelante nuestros mayores proyectos, y, sin lugar a dudas, mejorar nuestra calidad de vida e incluso nuestra salud mental. La cuchara que utilicé en aquel evento es la que aparece en esta obra, titulada precisamente “Alta vibración”. La cuchara es aquí una prueba irrefutable, el recuerdo imborrable de lo que experimenté. Es un hecho absolutamente increíble y revelador que tiene el poder de nuestra energía anímica. Fue el momento en el que vislumbré la puerta más cercana a la misma energía espiritual.