ENCUENTRA TU PORQUÉ
Acrílico y collage sobre lienzo de 100x40 cm.
Resulta fundamental encontrar un motor perdurable en el tiempo para el desarrollo de nuestros proyectos. Este motor se alimenta de saber el “porqué” hacemos lo que hacemos, puesto que recurrir a la motivación por sí sola no funciona ni a medio ni a largo plazo. El “porqué” y el “para qué” llegan incluso a ser motivos espirituales que, en muchos casos, consiguen entrelazar nuestro talento personal con el servicio a los demás. A medida que pasa el tiempo, parece más arduo el trabajo de poner en orden esta tarea, puesto que si no tomamos cuanto antes consciencia y dirección sobre ello, más nos desligamos de nuestra esencia natural. Por ejemplo, cuando preguntamos a los niños qué quieren ser de mayores, vemos la conexión tan fuerte que tienen con sus auténticas pasiones. En cambio, si hacemos la misma pregunta a adultos, vemos que parecen dudar o “no saber” lo que les gustaría hacer ni en qué son realmente buenos. En esta obra, represento este “porqué” como el hueso enterrado que se ha ido hundiendo en capas sucesivas a causa del paso del tiempo. Para recuperar este hueso hay que escarbar con la misma energía y viveza que la de este cachorro antes de que la vida agote su energía y el tiempo entierre el hueso en un lugar cada vez más profundo.